El Jueves 15 de octubre en la catedral metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción, se llevó a cabo la misa crismal en la Arquidiócesis de Hermosillo.
Esta celebración ordinariamente es celebrada el día “Martes Santo”, en nuestra arquidiócesis, donde el presbiterio reunido con su obispo renueva sus promesas sacerdotales y se bendicen los oleos que se emplean en las diferentes celebraciones sacramentales. Como bien sabemos debido a la afectación que ha causado la pandemia por el COVID-19, esta celebración eucarística fue pospuesta hacía un momento más idóneo.
Los presbíteros fueron citados a las 10:00 am para tener un momento de oración y adoración con el santísimo sacramento del altar, que fue dirigido por la pastoral presbiteral. Así mismo la celebración eucarística dio inicio a las 11:00 am, en un ambiente de oración y de alegría.
Sin duda una celebración diferente “muchos de nosotros tenemos meses de no vernos de cerca, de no saludarnos, de no abrazarnos, como quisiéramos darnos la paz con un abrazo fuerte, lleno de cariño, de amor sacerdotal, las circunstancias lo impiden, pero el corazón siempre está puesto a expresar a través de gestos ese cariño fraterno que debe estar siempre presente entre nosotros...” (Mons. Ruy Rendón Leal).
Al finalizar misa crismal Mons. Ruy Rendón Leal, entregó a los párrocos los oleos sagrados (el óleo de los catecúmenos, óleo de los enfermos y el santo Crisma) para que ellos a su vez los guarden con diligencia en un lugar decoroso en sus comunidades.
Que Cristo Jesús Sumo y Eterno Sacerdote, siga acompañando a nuestro presbiterio y nos conceda ser signo de comunión en nuestra iglesia particular.
